El párroco de los pozos

Reverendo padre Celestino García de Lomana.Fot tomada del archivo del Padre Rafael Couso

Por Arnoldo Fernández Verdecia.  caracoldeaguaoriente@gmail.com 

Nuestro suelo de secano, ha obligado a los lugareños de Contramaestre, a hacer pozos  para aprovechar los manantiales y enfrentar la sequía que siempre ha asolado estos lares en determinadas estaciones del año. Pero hacer un pozo en el lugar adecuado, tiene sus reglas. Nuestra página propone dialogar sobre uno de los párrocos fundadores de la iglesia La sagrada familia, muy conocido por sus destrezas en un oficio milenario.

En 1942, Contramaestre era un simple barrio de Maffo, su iglesia católica sólo tenía un par de meses de creada. Hasta este lugar de la geografía cubana llegó el reverendo padre Celestino García de Lomana, natural de Burgos, España. Antes de llegar aquí, había oficiado de párroco en Victoria de Las Tunas,  San Isidoro de Holguín y Fray Benito. Este hombre de Dios, consagró 15 años y cuatro meses de su vida a los católicos devotos de Contramaestre. Se puede afirmar que es una de las figuras imprescindibles en la historia local, todavía no estudiada como realmente merece su obra.

A él se debe la organización del Santo Patrono de Contramaestre, San Juan, pues logró articular una tradición que se mantuvo por décadas; conocida como la bajada en procesión al río en la madrugada del 23 para el 24 de junio,  cada año. En el recorrido se entonaban salmos, se portaban antorchas y en presencia de la imagen mariana y de Juan Bautista, se pedía salud para los enfermos, prosperidad para las familias y bendiciones a la naturaleza para que lloviera.

El padre Celestino también fue el responsable de organizar la procesión de la Virgen de la Caridad al río, todos los 8 de septiembre; hecho cultural y de profundo sentido católico. En el mismo participaban fundamentalmente las mujeres devotas de la iglesia La Sagrada Familia de Contramaestre. Al llegar al destino fijado, pedían salud, prosperidad y que San Pedro bendijera estas tierras para que no faltara el agua.

Celestino era muy conocido también por sus conocimientos en el oficio de encontrar los lugares ideales para perforar y hacer un pozo artesano. Dicen algunos lugareños que donde Celestino ponía el ojo siempre había agua dulce; otros señalan que elegía lugares donde generalmente había  una guásima, según él, allí el acuífero estaba más cercano y no había que cavar mucho para encontrarla. En el arte de empedrarlos, era muy bueno.

Al arte y oficio de perforar pozos artesanos, el reverendo padre Celestino García de Lomana,  dedicaba parte de los días de la semana y nunca cobró un centavo por sus habilidades y conocimientos.

Iglesia La Sagrada familia de Contramaestre en 1947. Fot tomada del archivo del padre Rafael Couso

Este hombre de fe, debe ser recordado en Contramaestre, como uno de los pilares fundamentales de la cultura y la religiosidad locales. Por esas casualidades de la historia, llegó aquí en octubre de 1942 y en este mismo lugar, fue víctima de una hemorragia cerebral, el 21 de octubre de 1958, que le produjo la muerte.