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Congueros de San Luis y Santiago se mudan a Contramaestre. |
Por Arnoldo Fernández Verdecia.
Contramaestre tiene que esperar hasta 1930, para la llegada de los primeros aires de la conga. Vienen desde San Luis y Santiago de Cuba, hecho promovido por comerciantes, dueños de tiendas y almacenes, en particular la Casa Garcés-Morín.
Contramaestre tiene que esperar hasta 1930, para la llegada de los primeros aires de la conga. Vienen desde San Luis y Santiago de Cuba, hecho promovido por comerciantes, dueños de tiendas y almacenes, en particular la Casa Garcés-Morín.
Algunos congueros de San Luis y Santiago se mudan a Contramaestre, entre ellos sobresalen dos nombres: José Hurtado Pineda y Zenaido Évora, que hacían piquetes para amenizar fiestas de barrio.
En 1940 se unen a ellos, Ángel Luis Céspedes, Alfonso Girón y Asterio Palacios, también de Santiago y San Luis, y forman una conga que recorrerá el camino entre Maffo y Contramaestre en las populares fiestas de San José.
Entre 1947-1948 surge la primera comparsa como entidad cultural propia, se autodefine: "Los Invasores", organizada por José Hurtado, en el antiguo reparto San Luis (hoy Rodolfo Rodríguez). Junto a Hurtado se encuentran Zenaido Évora, Asterio Palacios, Ángel Luis Céspedes y Alfonso Girón, que hicieron resonar dos tambores, cuatro bocuses, un quinto y una campana.
“Los Invasores” se presentaron en las fiestas de San Juan de esos años. Los propietarios de la principal casa comercial del pueblo garantizaron vestuario, divulgación y propaganda. Algo muy peculiar fue la existencia de los "padrinos" y "madrinas" que entregaron monedas adornadas con cintas de colores a los comparseros de su simpatía.
Los comercios garantizaron papeles brillantes con vivos colores, oropel, lentejuelas y telas satinadas. Treinta parejas danzaron al ritmo de esta conga, al tiempo que exhibían farolas, pendones y banderas.
Los hombres llevaban mangas aglobadas con vuelos; las hembras, faldas con franjas. En ambos trajes predominaban el rojo, azul y amarillo; algunos llevaban short corto del que prendía una pequeña capa de vuelos, blusa corta, atada, con un nudo dejando el vientre y cintura libres.
"Los Invasores" se divertían haciendo partícipes a todos de su entusiasmo, confundían sus voces con las del pueblo al compás de un rítmico y sabroso estribillo: "Adiós, mamá; adiós, papá, que yo me voy con Los Invasores".
En 1940 se unen a ellos, Ángel Luis Céspedes, Alfonso Girón y Asterio Palacios, también de Santiago y San Luis, y forman una conga que recorrerá el camino entre Maffo y Contramaestre en las populares fiestas de San José.
Entre 1947-1948 surge la primera comparsa como entidad cultural propia, se autodefine: "Los Invasores", organizada por José Hurtado, en el antiguo reparto San Luis (hoy Rodolfo Rodríguez). Junto a Hurtado se encuentran Zenaido Évora, Asterio Palacios, Ángel Luis Céspedes y Alfonso Girón, que hicieron resonar dos tambores, cuatro bocuses, un quinto y una campana.
“Los Invasores” se presentaron en las fiestas de San Juan de esos años. Los propietarios de la principal casa comercial del pueblo garantizaron vestuario, divulgación y propaganda. Algo muy peculiar fue la existencia de los "padrinos" y "madrinas" que entregaron monedas adornadas con cintas de colores a los comparseros de su simpatía.
Los comercios garantizaron papeles brillantes con vivos colores, oropel, lentejuelas y telas satinadas. Treinta parejas danzaron al ritmo de esta conga, al tiempo que exhibían farolas, pendones y banderas.
Los hombres llevaban mangas aglobadas con vuelos; las hembras, faldas con franjas. En ambos trajes predominaban el rojo, azul y amarillo; algunos llevaban short corto del que prendía una pequeña capa de vuelos, blusa corta, atada, con un nudo dejando el vientre y cintura libres.
"Los Invasores" se divertían haciendo partícipes a todos de su entusiasmo, confundían sus voces con las del pueblo al compás de un rítmico y sabroso estribillo: "Adiós, mamá; adiós, papá, que yo me voy con Los Invasores".
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